En el primer capítulo de Las socias quise inventariar una serie de piropos que había oído por ahí y conjugarlos con un chiste que mi amigo José carlos Córdoba me había contado tiempo atrás , como gag final. No debió quedar mal del todo, porque fue una de las primeras cosas que me publicó el TMEO ,en su número 42, en Febrero del ´97.A él se lo dedico.
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